martes, 10 de julio de 2012


Perder  la  razón
                                              Roberto Arizmendi

No es que quiera decir que desconozco
el sonido de la piel cuando repaso
la dulce suavidad de tu epidermis
ni que también desconozco la textura de tus labios
dispuestos a dejar en el beso su néctar refulgente
o que olvido la turgencia de tus senos
al son de mi caricia
o el pezón reluciente que saluda
mi alegría inenarrable al circundarlo lentamente,
pero es que tu sonrisa,
cuando se asocia a tus ojos
para darme la luz que de tu esencia surge
hacen de plano que pierda la razón
y la memoria.



Tomado del libro Poemas para suspirar un siglo, Memoria del I Encuentro Latinoamericano de Poesía en Veracruz,  dentro del marco del IV Festival Palabra en el Mundo. Colección Bicentenario-Centenario, CONACULTA, México, 2010





Roberto Arizmendi
  • Oriundo de Aguascalientes, México, nacido en 1945.
  • Segundo lugar en un concurso estatal de prosa en Aguascalientes en 1957.
  • Primer Lugar en los Juegos Florales “Carlos Pellicer” de Xalapa, Veracruz,
  • Autor de 36 libros, co-autor de 32. Incluido en antologías, (principalmente literarias y sobre educación), diccionarios enciclopédicos y diversos sitios de la Internet.
  • Realizó estudios de: Sociología y Periodismo, y ha dedicado su vida a la educación, además de la poesía.
  • Coordinador Ejecutivo del Premio Latinoamericano de Poesía y Cuento de Oaxaca.
  • Ha sido jurado en varios concursos literarios y en asignaciones de becas para creadores literarios.
  • Sus poemas y escritos literarios han sido publicados de diversas revistas, periódicos, gacetas y suplementos culturales.
  • Jefe del Departamento de Planeación y Desarrollo Académico de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. [1972-1973].
  • Coordinador del Programa Nacional de Información Educativa y miembro del Centro de Planeación Nacional de la Educación Superior de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior, ANUIES. [1973-1974].
  • Director de Difusión Cultural y Extensión Universitaria en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Azcapotzalco. [1975].
  • Secretario de Rectoría en la UAM-Azcapotzalco. [1976-1977].
  • Director de Fomento Institucional en la SEP-Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica. [1978-1983].
  • Coordinador Ejecutivo, por parte de la SEP, de la Coordinación Nacional para la Planeación de la Educación Superior -CONPES- . [1979-1983].
  • Director General Académico en la Universidad Autónoma Metropolitana. [1983-1985].
  • Asesor del Subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica de la SEP. [1987-1991].
  • Asesor Educativo en Presidencia de la República. [1990-1991].
  • Fundador de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), como Vocal Ejecutivo del Comité de Administración. [1991-1993].
  • Secretario de Planeación de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior. [1993-1995].
  • Miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad de Sonora [1991 a 2003].
  • Dictaminador de proyectos en diversas dependencias, organismos e instituciones, así como de libros y de artículos para revistas especializadas en educación.
  • Autor de más de 50 ensayos sobre educación, planeación, investigación o administración.
  • Articulista en más de 25 revistas especializadas y publicaciones periódicas.
  • Incluido en el Diccionario Enciclopédico de México Visual, el Diccionario Enciclopédico Ilustrado de la Laguna de Términos y en diversos sitios de la Internet.
  • Profesor en instituciones de educación media superior, universidades e institutos diversos.
  • Conferenciante en múltiples eventos académicos.
  • Ponente y/o participante en congresos, seminarios, viajes académicos y misiones universitarias en el extranjero.
  • Consultor en educación, planeación, administración, desarrollo y promoción cultural.
  • Asesor en diversos gobiernos estatales, organismos e instituciones educativas




lunes, 9 de julio de 2012



De Roberto Arizmendi para su nieto



Un Nuevo Tiempo para El Tiempo

                              para Valerio Mejía Arizmendi


                                           Valerio toca a la puerta
porque quiere entrar a este universo
como un ciudadano más del mundo,
sin pasaporte o visa,
simplemente con su presencia
con su identificación de ser humano
capaz de entender el dolor de los mortales
y el amor de las tardes a 30 grados Celsius
entre el aroma de flores y plantas del jardín sin nombre.

El viento cálido de la tarde aguarda su presencia
mientras en la Franja de Gaza
han creado de nuevo un Holocausto,
Auschwitz sin fecha, con hornos crematorios diferentes
y un gran odio refundido en la discordia,
para evitar que surja la concordia y la armonía en el mundo.

Valerio trae una paloma en la mano derecha
y una rama de laurel en la izquierda,
signos de un tiempo promisorio
de un mundo aún no construido.
Sueños al fin, luz inédita del alba,
viento libre que recorre los senderos
buscando un canto o una poesía,
la esencia del hombre renombrado.

A Valerio sólo le falta escribir lo que ya nombra y siente
para construir un mundo nuevo, diferente,
donde la luz sea fuente de nuevas ilusiones
no una ráfaga de metralla,
ni el fuego de los nuevos hornos crematorios
que aprendieron algunos…en esos campos de escarnio
no para delinear la paz sino dejar que surja el odio inoculado.

Valerio nombra las cosas por su nombre,
descubre los colores nuevos
sabe que la historia no es cuestión de tiempo
sino de libertad y asombro
ante los horizontes que vislumbra
tan llenos de resabios
tan sin ganas de dejar que el otro logre lo que yo ya tengo.

No es mi palabra su nombre, ni su voz mi eco,
Valerio aprende a pronunciar los neologismos
porque en su nombre habrá de engendrar
un nuevo tiempo para el tiempo
y una historia distinta
para un mundo que aún no existe.