sábado, 14 de abril de 2012

CIPRIÁN CABRERA JASSO, MONJE Y POETA en Agua Dulce

Crònica por
Mariángel Gasca Posadas. Agua Dulce, Veracruz, publicada en Diario del Istmo, 25 de julio 2009.





 






                                                     Fotos: Cortesía de Sociedad Mutualista de Arte Sano de la Mar/Ramón Quiroz.

Unos días antes de su cumpleaños, Ciprián Cabrera Jasso propuso por teléfono: “Mariángel: Organízame una mesa de lectura en Agua Dulce” y quedé muda por el asombro,  una vez recuperada la voz, pregunté --¿Qué necesitas, que requieres?--, y la respuesta me volvió a dejar muda: “sólo una mesa, un micrófono y gente”.

¡Dios! Le tomamos de inmediato la palabra al poeta  y narrador tabasqueño, Premio Nacional Carlos Pellicer. Debido a que él viajaría próximamente a Europa, sólo contaríamos con  unos días para organizar el evento. Poco importó la presión del tiempo, en Agua Dulce, ciudad que tanto amo, se escucharía la voz del gran escritor cuya poesía te desnuda el alma.

Aunque los vientos no soplaban a nuestro favor, Dios y los amigos(as), los benditos amigos, hicieron posible que el sábado 11 de julio de 2009, a las 19:00 horas,  el monje y poeta, se presentara en la Sala de Conferencias de la Mesa Redonda Panamericana de nuestro municipio.

Pano, como es conocido entre los suyos, viajó en su vehículo de Villahermosa a Agua Dulce y avisó con 4 mensajes a mi celular: - Voy por la Venta, estoy a 10 kilómetros,   he parado en la gasolinera, ya llegué ¿adónde voy? -.  Una vez instalado en el Hotel, lo acompañé  al súper a comprar artículos de uso personal; mientras lo hacía,  un aguadulceño lo reconoció <por las notas y fotografías que han salido en el Diario del Istmo, aclaró más tarde> y  se acercó a saludarlo,  provocando la sonrisa del escritor que asomó bajo el sombrero de palma que cubría su cabeza,  quien después de oírlo,  comentó: “también una amiga mía, estilista de las Choapas se enteró y va a venir”,  dicho esto, Ciprián agradeciò  y continuó desplazándose con el carrito del súper por los pasillos. El poeta  vestía playera verde selvática, pantalón de mezclilla, huaraches,  collares de jade,- que más tarde mientras comíamos me confiaría que le habían sido dados por los monjes Ishaya en Argentina-.

Ciprián pidió a las 4 pm., en el Restaurant “ El Rincón del Sabor”, un par de huevos estrellados montados en arroz y los bañó abundantemente de salsa verde (es ovolactovegetariano), comía aprisa, tomaba vaso tras vaso agua de tamarindo y disfrutaba el postre con “cuchara grande”.  De regreso al hotel,  a todo aquel que se encontraba y le sonreía con cariño, le preguntaba su nombre y lo guardaba en su extraordinaria memoria, no es de  extrañarse entonces que, a quien le llevó los alimentos a la mesa, le dijera al final : “Gracias, Lupita” ; porque además para él los diminutivos  al nombrarte son parte de su esencia, y así en plena conferencia o presentación de su obra literaria “los vidita, amorcito, cielito “;  son el rompehielo de su  dar al  que recibe.

El ensayista se levanta de la mesa después de comer y parece que caminara tensando los músculos, pero a sus 59 años de edad, en su andar erguido descubres que es sólo firmeza ante la vida. El dramaturgo volteaba sin prejuicio alguno para admirar a las mujeres jóvenes y bellas de Agua Dulce que pasaban a su lado, y yo, sonreía para mis adentros, porque es tanta su luz que también a él, le echaron el ojo  algunas mujeres que  se atrevieron a  preguntarle ¿de dónde viene, de dónde es?  Lo creen extranjero, y sí,  Cabrera Jasso  es un ciudadano del mundo y, su palabra surgida desde las entrañas del alma, lo es aún más,  ella viaja antes que él, al lugar que apremia su llegada.

Pano no te abre la puerta, no te coloca a su derecha, no te ofrece la silla, no sigue ningún código de etiqueta, ni de eso que llaman “las buenas costumbres de los caballeros”, y sin embargo, agradece todo, te escucha, está pendiente de ti,  de lo que necesitas y solícito ofrece ayuda, por ejemplo, su camioneta para transportar al niño que estuvo a cargo del sonido.  Ciprián es un gran maestro, te enseña con generosidad a cada instante como decretar el “Yo soy”, sin ataduras. De vez en cuando se alborota su risa y te sientes a su lado ¡libre!,  y disfrutas, no imaginas cuánto de su sabiduría.

El monje Vyasa Ishaya llega puntual al lugar del evento y  viste a Agua Dulce con la espiritualidad de su presencia,  que  despierta  a tu yo interno,  ese que es Uno con el Todo.
 En silencio observa a los que acudieron, en su mayoría mujeres, y empieza con una plática como monje   y luego cuando ya la noche huele a Vyasa Ishaya ,  hace aparecer a  Ciprián Cabrera  Jasso y recita sus versos, los primeros que escribió, más tarde suelta  el lenguaje erótico y da un vuelco  al corazón de cada uno de los ahí presentes cuando deja caer los últimos poemas…  inéditos… escritos en  comunión con Dios.  Y el público seguía ahí, en el asombro.  Habían pasado una hora y media, escuchándolo, así que,  lo que suelta ahora Ciprián, es el micrófono y nos embruja con un susurro más íntimo, habla de sus vivencias, de su muerte clínica, el  volver a la vida después de tres años en el infierno.  Pano en ese instante era una fusión de todos los yo que lo habitan.

 Después de casi dos horas de leer su obra poética y contarnos sus experiencias espirituales, entre ellas,  la sanación de una de sus hijas a través de la magia blanca;  los que acudimos al encuentro, transformados en otros seres más felices y conscientes,  aplaudimos  de pie al poeta, para después   adquirir  a bajo costo (otra muestra más de la generosidad del escritor),  tres y hasta cuatro ejemplares, uno de cada género, firmados por el autor. Siento decir que dada la emotividad que esa noche se disfrutó, yo me quedé sin uno sólo. Pero su palabra en voz alta quedó en mi corazón.
 
                            Cipriàn Cabrera Jasso y Doña Gisela Zamacona Vda. De Ricàrdez
Aquí, les dejo,  algunos versos de libros inéditos que leyó esa màgica tarde-noche el  monje Vyasa Ishaya :  Ciprián Cabrera Jasso


Rubaiyat de Vyasa
                   fragmento
Alabo este día de diciembre
esta mañana fría y húmeda que me trae tu imagen
y este calor del corazón que no tiene puertos ni dársenas
vivo en el viento y mi destino es desvanecerme.

 
Réquiem para San Juan Bautista
     fragmento de Salmo 19

Ah tus ángeles, Dios mío
Ah tus ángeles que no sólo custodian
 las puertas de la revelación de San Juan
sino también la entrada al paraíso
al paraíso que sólo nosotros creamos
para nosotros mismos
Ah los ángeles, tus ángeles Padre
que me cierran los ojos para contemplarte
que me tapan los oídos para que te escuche
que me obstruyen la nariz para que te respire
que me esconden los bolígrafos
para que guarde silencio
                                y sea tu silencio

De la Vita Nova de Vyasa
                     Fragmento

Abro los ojos desde el océano y lo vivo en todo

Soy una ola de Dios y el barco flotante
Decir adiós es irse para no volver
Decir adiós es volverse viento que no retorna
Vine para que la libertad sea mi reino.





Este gran evento fue posible gracias a la generosidad de la Lic. Esmeralda Álvarez, Diario del Istmo. Doña Gisela Zamacona Vda. De Ricárdez, Doña Luisa Torruco y de todas y cada una de la integrantes de la Mesa Redonda Panamericana; del Fotógrafo Ramón Quiroz , Ing. Juan García, y su Web-Itoch, Luis Marín y Beto Maldonado, miembros de la Sociedad Mutualista de Arte Sano de la Mar y del apoyo moral de mis hijas: Alejandra Ilhuitzi Tena Gasca y María José Tena Gasca.
                                (n 2 de julio de 1950-m 11 de marzo de 2012)

                                    Descansa en paz, Cipriàn

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