lunes, 6 de agosto de 2012

                                Javier Duhart        
Niña de Tijuana, es una novela que de muchas formas podríamos señalar como de aventuras o de andanzas. El estilo es ligero, desenfadado. Los personajes, algunos memorables, todos interesantes, actúan con movimientos y diálogos que atrapan.
…González Duhart irrumpe en la literatura mexicana con seguridad, escribiendo un tipo de novelas y relatos que lo revelan como hombre que ha observado a sus semejantes y ha experimentado con ellos en el papel.
(…) Su mundo, a pesar de haber estudiado arquitectura, era y es el de un escritor. Amigo mío, de José  Agustín y de otros narradores y poetas, sólo entregó sus primeros trabajos a la imprenta cuando sintió la certeza de atrapar a los lectores. Bienvenido este nuevo escritor que se formó sin prisas desde hace años y que al fin permitió que la vocación inicial apareciera”. René Avilés Fabila
Fragmento del prólogo escrito para la novela Niña de Tijuana, Javier Duhart.
        Javier Duhart, I Enc. Nacional de Poetas, Atlixco Pueb. Foto: Saúl Cabrera Juárez

II Encuentro Nacional de Poetas, Atlixco, Puebla

El viernes 3 de agosto de 2012, al sol de mediodía tuve el honor de compartir lecturas con Adriana Tafoya y Javier Duhart en el Asilo de Ancianos y Albergue “San Juan de Dios”, cuya directora Lic. T.S. Patricia Paz González, nos recibió cálidamente como el año pasado . Los bellos poemas de Adriana  regresaban con eco doblemente emotivos. A los abuelitos les gustó una nanita mía: Nana para espantar al coco. Duhart  quedó sentado en medio de nosotras y ofrendó no tan sólo sus poemas de amor y desamor sino también entonó el canto,  lo mismo un corrido que un bolero, eso sí, en cada pausa hacía una pequeña broma o chiste de sí mismo, como si estuviera entre amigos  de toda la vida. Los cerros que teníamos por marco fueron testigos de nuestra gratitud. La lírica, punto de partida del mirar iluminado de los ancianitos y jovencitas que los atienden (estudiantes de la Lic. Trabajo Social), la fraternidad de las mujeres que prepararon los bocadillos y, del abrazo final de despedida. Regresamos caminando  al centro de la Ciudad y casi enfrente de la iglesia estilo barroco churrigueresco (donde horas antes nos habíamos tomado una foto),   Javier, el arquitecto de la palabra,   me hizo un hermoso regalo: su novela Niña de Tijuana, editada en el 2007 por la Editorial ACD.  Debo confesar que desde la primera página me atrapó y ya no la solté, la leí en dos tardes con sus noches. ¿Qué encontré en ella? Aventura, -uno que otro secreto masón-,  amor, pasión, erotismo...las andanzas de un buen amante.

 Y algo más,  un párrafo  en la página 94, cuya similitud con lo sucedido en julio de 2012, me hace citarlo:

Quería observar que actitud tenía él ante tanta estupidez humana. Un hombre halagado y homenajeado por ser amigo del nuevo candidato, como si esto fuera motivo de  reconocimiento, como si fuera el ganador del premio Nobel o hubiera realizado un acto heroico…
¿Y este que no lee y que todo le llega por su devoción al servilismo? ¿A qué puesto será llamado? ¿Secretario de Gobernación, secretario de Educación Pública o gobernador de su estado y luego presidente de la República? Todo es posible en este hermoso y rico país, productor de petróleo y desempleo; extenso e ingenuo México donde cabe todo y todo se soporta: las crisis, la demagogia, la impunidad, el abuso, los políticos, la traición…¡Pobre país: harto, estrecho, apretado!...”
                                     Mariángel Gasca Posadas
                                Agua Dulce, Veracruz, 6 agosto 2012

 Les dejo aquí, en este blog, un poema enviado por el  autor:
     Atento
                             Javier Duhart               
Estoy pendiente de ti
cuando escucho lamentos de tu piel
busco aliviarte desde mi caricia
al tacto apretado de tu senos

 Mientras tomo el secreto de tu boca
conquistado por un beso que robé
abres el abanico de tus piernas
iluminas el sendero del placer

Vuelco entonces lo que soy
al estruendo de latidos
Me ubico justo en el centro de tu herida
mi universo, la más grande emoción

Viajo por el himeneo
saciando mi sed de amar
al tiempo que tu piel
respira sosiego y sal
y sigo atento.

                                      julio 1º / 2012

 Javier Duhart (México, DF, 1945)

Arquitecto de profesión, escritor por contagio, pintor por añadidura.
 Lo anterior es lo primero que se puede decir de mí, del ahora  escritor Javier Duhart.  Estudié  la licenciatura en la Facultad de Arquitectura,  UNAM; en la que más tarde impartí clases de proyectos, dibujo, matemáticas, métodos de construcción y otras materias. Me entregué por completo a la docencia durante cuatro años, combinando esta importante tarea con mis obras de arquitecto; también durante este periodo, dicté tres conferencias en la misma Facultad: “Ser Arquitecto”;  “Conceptos fundamentales del arte” y  “Equilibrio y forma”.  Al acumularse mi trabajo como arquitecto tuve que dejar la enseñanza.

Tengo más de treinta residencias construidas, 34 boutiques de ropa.  Contratado en exclusiva para realizar importante cadena de tiendas de vestidos para dama. Además de una residencia, fábrica de ropa, y un edificio de oficinas al propietario de esta cadena de tiendas.

He restaurado construcciones clasificadas por el I.N.A.H. con el respeto y la autoridad  que me permiten mis estudios de postgrado: “Nuevo perfil de los directores responsables de obra”; “Desarrollo y superación de los arquitectos de México”;  “Restauración de edificios clasificados - Monumentos históricos”. Soy  D.R.O. 0515 (Director responsable de obra) uno de los primeros que aceptó esta responsabilidad presentando examen por oposición.

 No por el hecho de escribir, he dejado de ser arquitecto, seré  arquitecto por siempre.  La arquitectura no interfiere con la literatura, por el contrario,  las disciplinas que exige la arquitectura para ordenar espacios y ligarlos adecuadamente, son semejantes a las disciplinas que la literatura y la poesía requieren para ordenar y ligar la narrativa coherente y en su caso la poesía.
  El dibujo y la pintura siempre han estado conmigo.

Confieso que el contacto desde muy joven con amigos escritores de la talla de José Agustín y René Avilés Fabila, despertó mi amor por las letras.

Comienzo a escribir en octubre de 2005, atendiendo a la inquietud que siempre tuve por hacerlo. Desde niño supe que tenia la chispa para contar historias. ¿Por qué no decirlo?... Y es que ser escritor de tiempo completo me ha llegado como un plus, un premio por algo que hice bien. Las letras me satisfacen por completo, escribo a diario.

 He escrito 7 novelas, cuatro  publicadas por  la BUAP:  “Niña de Tijuana”,  “Rogelio y Otilia”,  “Sueño de vida” y “De fantasmas y algo más”, elogiadas por la crítica literaria; Las tres restantes: “La Huida”, “El bastón” y “El estudio” se editaron a nivel mundial con Palibrio.com  editorial, que tiene varias novelas mías, un libro de cuentos y un poemario que se pueden adquirir por internet.

En realidad soy un escritor nuevo  y la verdad necesito promover mis trabajos literarios. Mi amigo René Avilés me hizo favor de venir a las presentaciones de dos de mis libros, gracias a la presencia de tal personaje, me han dado planas enteras en los periódicos y han  hecho entrevistas en radio y televisión. Mis dos primeras  novelas publicadas se vendieron en la Gandhi y en las librerías Ángeles de la ciudad de Puebla, actualmente están en la magnífica librería del Complejo Cultural Universitario de Puebla.

Es mi mayor deseo que me lean y me escuchen.

 Desde mi llegada a Puebla he contado con el apoyo incondicional de amigos como  Aquiles Serdán, quien ha estado conmigo en las dos presentaciones de mis libros, y en los recitales de poesía que he dado  en Cholula, siempre con su docta opinión sobre mi trabajo literario. Otro personaje,  amigo entrañable es el poeta Roberto Martínez Garcilazo, incansable promotor de la cultura en el estado, hombre muy querido y respetado, que ha creído en mí y me ha proporcionado los escenarios para las presentaciones de mis novelas, amén de que ha formado parte de los presentadores. Y no puedo dejar de mencionar a los profesores: José Arturo Valencia y Guadalupe Cerezo Angulo,  Directores de Bibliotecas, quienes me han invitado a decir mi poesía  por tercera vez ante público de Cholula, público que aprecia la poesía, compuesto de intelectuales, artistas, escritores, amas de casa , estudiantes y profesionistas, todos amantes de la cultura  y de las artes… Un público sensacional que agradezco. 


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